Segmentos buenos y malos. Esa es la vida. Aportes, reportes, de-portes, importes. Luz sobre papel, color al fin y al cabo.

martes, 26 de diciembre de 2006

Novena tradicional

Estaba escrito. Familia, amor y regalos para la celebración de la noche de navidad. Más allá de que la reunión navideña venía acompañada de familia "nueva", ocurrió algo que generó algunos comentarios posteriores a la celebración. Alguno de los presentes en la reunión aportó una novena que resultó ser bastante polítizada y acomodada a la situación social de nuestro país, Colombia, para los que no saben desde dónde escribo.

Las oraciones de introducción eran bastante diferentes de las tradicionales y el remate fue la Jornada, o texto del día noveno, que parecía estar escrito por politólogos y periodistas de guerra. A medida que el texto avanzaba se enumeraban los flagelos actuales de nuestra sociedad: desplazados, narcotráfico, guerrilla, terrorismo y problemas sociales de base como salud, educación y desarrollo. Además a eso, el tono del texto tenía cierta tendencia socialista extraña a una novena de aguinaldos. En ese momento algunos nos percatamos que en la jornada leida no se mencionó la Virgen María, ni se hablaba del burrito, ni de los portazos que le dieron en la cara a José, ni del pesebre humilde y pasado a boñiga en el que debió nacer el niñito en mención.

"Son comunistas" sentenció mi papá. "Queremos la novena tradicional" pidió Patricia. Entre risas y tambores esta apareció y pudimos hacer una oración al niño Jesús un poco más tradicional y burguesa. Pero ese conato revolucionario en una sala de familia me dejó trabajando en el símil histórico. Desplazados y huyendo, rechazados por la sociedad, la familia del pesebre se parece bastante a una de las chochocientasmil familias colombianas que ya quisieran para poder vivir un pesebre como el que ponemos en casa.

En fin, el librillo de la novena cumplió su cometido, dos días después, de ponernos a pensar. De ahí en adelante, prefiero que en Colombia se siga leyendo la novena tradicional de aguinaldos, la del benignísimo Dios, Soberana María y el Acordaos oh dulcísimo Niño Jesús, la que creó y escribió Fray Fernando de Jesús Larrea, franciscano quiteño que se la dedicó a una dama bogotana que era su seguidora espiritual, la que se acompaña con capachos de toro, pitos, cornetas y sintetizadores yahama. Otros preferirán seguramente no rezarla...
Les regalo esta flor.

viernes, 22 de diciembre de 2006

Cuento de Navidad: el mismo de siempre

Llegaron las fechas, las más esperadas y las más temidas. Tiempo de reflexión, de inflexión y de genuflexión (por supuesto de flexión también pero eso es polvo de otro costal) la navidad, quiera que no, es un tope, una marca, un pare y analice, un quite y estrene. El mismo cuento de siempre, partido en los mismos capítulos de siempre.

Capítulo Uno: El amor

Desde el primero de diciembre el sol es diferente. Es más amarillito y calienta más rico. Esa es mi teoría. El primero de diciembre te quedas en la cama hasta las 8 de la mañana sintiendo ese calorcito que entra por la ventana poniendo tu cuarto en un RGB 246/217/137. Eso en lenguaje no técnico es amarillo pollito dorado (umm, me dió hambre). Desde tus pies la tibieza sube y al llegar a tu corazón este se pone en modo navidad. Te acuerdas de la caja del pesebre, de la del árbol y la de las luces. Ya te huele a musgo. Luego piensas en la calle y llegas a los semáforos. "Mierda" piensas, "¡Los niños pobres del mundo! ¡Hay que hacer algo!" Eso es el amor de la navidad que te cayó de golpe. Los semáforos decembrinos. Tu corazón se estrecha como una uva pasa y luego se agranda y abre como una gran caja del amor.

Esta semana hablaba con un sacerdote, más o menos recién empollado pero ya curtido en estas lides de la iglesia y me contaba que su comunidad o parroquia reparte "religiosamente" los regalitos de los niños pobres cada 23 de diciembre. "El 23, para no interferir con las fiestas y la feria...". Umm, no sé, yo creo que la iglesia y sus diferentes movimientos sociales deberían ser el reducto del amor, de la palabra, de la compresión, y dejar que la empresa privada y los grupos nada-que-ver-con-religión se encarguen de repartir los regalos, el pan y la panela en los semáforos, buscando al menos el empate, ante lo pecado durante el año, en la tabla final de posiciones.

Cuando le pregunté qué pasaba con los niños pobres en julio, me dio que están pensando "crear un comité que se encargue de eso, tal vez con la empresa privada..." jejej. Lo mismo que siempre.

Capítulo dos: Las metas

Somos esclavos de las promesas, dijo Facundo Cabral.

¿Por qué? La esperanza, supongo. Será porque los humanos vivimos de eso, de ponernos metas a corto, mediano y largo alcance, evadibles, aplazables y movibles. Eventualmente cumplidas y satisfechas. Un año es un buen lote de días para aplazarlo o para hacerlo y mostrar lo logrado. Pero invariablemente años tras año hay un día de promesas. Se piensan, se calculan, se les da forma, se escriben, se cargan con toda la energía positiva del mundo, del universo.

El 31 a las 12 en medio del círculo, tomado de las manos de otros y otras las lanzas al espacio, a los oidos de los demás: Este año el carro, la casita, la finquita, el estudio. El cigarrillo, el trago, las grasas y las carnes rojas. Este año me caso, me divorcio, me la levanto, me lo levanto. Un hombre bueno, una mujer decente, feo o fea no importa, trabajador(a), que le gusten los niños, que lo que importa es el amor. Este año las tetas de silicona, la lipo, el botox. Este año voy al gimnasio, este año voy a Francia y a Tayrona, este año cumplo años en Nueva Zelanda. Un hombre bueno para la tia sola, una silla de ruedas para la abuelita, un confesionario para el templo, pobrecito el padre confesando en esa rimax... En fin... las metas, las de cada año, el mismo cuento de siempre.

Capítulo 3: Los regalos

Y por extensión el tema de la plata. Desde el mismo primero de diciembre se piensa en el regalito, para los más cercanos eso si. Lo más especial lo más grande, lo que más ha querido, para mi amorcito corazón (¿a ver si me acuerdo qué fue lo que pidió el 31 a las 12 el año pasado? ummm...). para los más cercanos cositas especiales, a ver, son papá, mamá, la abue, el abue, el tio #1, el tio #2, la tia #3... la esposa de Pepe, el primo de Maye, la novia de juanca (tan buena ella). Opps, me faltó el vigilante de la cuadra. Bueno, un par de medias. Ah y el turnero. Galletas y vino de la Olímpica. Los porteros. Cachuchas. El señor de las goteras, no sé, ahí veo. Los vecinos... platico de comida a las doce. uhhh...

En mi caso, este año, el Gran Consejo de Familia conformado por los más viejos, los más jóvenes y los del medio, los más sabios y los del medio, los más vagos, los más trabajadores y los del medio, mediante Edicto Familiar Nº1216 del 2006, prohibió "la adquisición, la envoltura, repartición y entrega de cualquier regalo de tono navideño dadas las circunstancias actuales. Lo anterior no impide recibirlos". Corto y contundente, ¿no?

"Hay que pensar en enero", dijeron las mamás; "Hay que pensar en enero" Dijeron los pápás. "Hay que pensar en enero", dijimos los emprendedores. Este año, como cada año, el mismo cuento de siempre.

Y colorín colorado, acabo el cuento. Ha sido un año muy dificil, pero lleno de satisfacciones, alegrías y esperanza. Personalmente, a pesar de lo que pueda verse y parecer, no lo cambio. Lo termino felizmente casado y con muchos proyectos en curso. Gracias a todos mis amigos, los del Alma y los del Pecho. Mil perdones por las palabras erradas, por las miradas injustas y los juicios sin fundamento. Por lo esperado y no entregado. Por lo que quedo debiendo, que en enero pago. A todos, gracias por su paciencia y apoyo, invaluable por siempre apoyo. Tienen mis abrazos navideños y mejores deseos: Amor, salud, prosperidad, en fin, lo mismo de siempre.

Feliz Navidad.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Música para iguanas

HELP!
The Beatles

Powered by Castpost

Aeropuerto de sueños

Hay un paraje cercano a nuestro corazón, de donde parten y a donde llegan los sueños. No está lejos y seguro que muchos de nosotros lo hemos visto. Es natural, entre comillas. Tal vez no todos hemos tenido la misma percepción, pero para mí fue claro. Apenas lo tuve al frente entendí todo y recordé todas esas historias que desde niño se tejían alrededor.

Se dice que cerca a Cali hay una base de extraterrestres. Se dice que en las montañas aledañas habitan seres de otro u otros planetas, ya hasta se les ha dado nombre, no recuerdo cuál. Se dice que la zona de Pance es su territorio y que cuando empiezas a subir por esas montañas y a acercarte a su base ellos se encargan de que no puedas avanzar. La historia más común dice que si te acercas demasiado, farallones arriba, la maleza y los arbustos se cierran tanto que llegan a hacerte imposible el avance y te regresas. Pero que si sigues adelante empiezas a sentir un miedo profundo, una sensación de inseguridad, de urgencia y peligro tales que entras en pánico y te regresas. Y así se protegen. Dicen que si al final rompes sus barreras y logras llegar a donde no debes entonces no retornarás jamás, y esa es la causa de tanta gente que se ha extraviado allá. Todo eso dicen.

La verdad, yo estuve ahí y los vi. Son magníficos. Cada uno lleva y trae un sueño. Esa es su función. Son como la mariposa de un día y como la efímera, que nacen para procrear y morir al atardecer. Vienen para traer un sueño y parten para llevar otro. Yo los vi en posición de partida, listos, con su sueño a bordo, estáticos porque no quisieron mostrarse. Ellos se hicieron los locos y quisieron confundirse con el entorno, en una actitud francamente infantil porque, además de lo evidente que eran, yo soy un tipo centrado, discreto y serio, que no iría por ahí difundiendo secretos de estado -y esto es sólo un cuento- y en fin... a alguien tenía que contárselo.

En resumidas cuentas para mí sencillamente es un lugar de donde parten y a donde llegan los sueños. Tranquilo y bello. Apacible y lleno de pura energía positiva. Cuando tengas un sueño ve donde ellos. cuando quieras uno, ve donde ellos. A mí me sirvió.


Si querés ver más fotos de esto entra a mi galería de fotos

jueves, 14 de diciembre de 2006

Documento histórico

Ya habíamos desistido de la idea y y si le decíamos algo era más por molestarla y hacerle recocha que por otra cosa. Así y todo ella se estremecía con sólo imaginárselo, con sólo mencionárselo, desde hacía años cuando durante alguna de esas visitas vespertinas de costura, jugo de guanábana y rosario de palo-de-rosa-original-del-vaticano, le presentaron una persona que administraba "los cultivos". Al indagar ella, le aclararon que eran cultivos de lombriz californiana, cosa nueva por estas latitudes en esos años, y para rematar le contaron que algunas de las principales hamburgueserías agregaban alguna parte de preparado de lombriz a sus mezclas especiales. Esa tarde, a eso de las cinco y cuarenta cuando el sol empezaba a ponerse sobre los cerros de la capital, ella solemnemente tomó la decisión de prescindir de una vez y para el resto de su vida de las maravillosas hamburguesas.

Así pues, cada vez que alguno de la casa o de la familia contaba que se había comido una suculenta y exquisita hamburguesa de media libra de carne jugosita, al carbón o a la plancha, con cebolla, tomate, salsas las que quiera y otra media libra de queso, podía verse su piel de gallina y el estremecimiento de rigor, mientras la frase obligada "eso tiene de aquello" cerraba para siempre el caso. Eventualmente todo terminaba en la anécdota de cuando en una tarde bogotana le presentaron a una persona que resultó ser la administradora de unos cultivos y bla bla bla.

Así, esposo, hijo, nuera, primos, amigos y demás nos acostumbramos siempre a la historia y al "vea, no me nombren hamburguesas de la calle, tienen aquello". Hasta anoche, cuando sin ninguna intención paramos en un sitio nuevo en la ciudad, ofrecimos, insistimos más por el coman-y-acompañen-no-nos-dejen-solos, y sí señor, cuando menos pensamos la señora con la hamburguesa en la mano.

Foto histórica. Míren bien la cara de mi mamá, que parece decir: "¡Feliz Como Lombriz!"


martes, 12 de diciembre de 2006

Happy Birthday

Hoy cumple años Míldred, primera amiga de verdad en mi vida. No voy a decir de cuántos años data esta amistad, pero hace rato ya. Desde el cole hasta hoy charlamos y nos vemos aunque vive en los niuyores. Por eso casi nadie de mis círculos actuales la conoce, aunque si han oido hablar mucho de ella, pues emigró desde hace muchos años y ya es mamá y señora de una linda familia. Míldred amiga mía, desde acá te mando un saludo muy especial y un abrazo muy apretado, en honor de todos esos momentos felices que compartimos y gozamos. Feliz cumpleaños, en compañía de los tuyos.


lunes, 11 de diciembre de 2006

La Fácil

Amanecer con deseos de postear y no tener el minuto para hacerlo. Querer decir algo y no encontrar las palabras. Urgencia de actualizar esto y no hacerlo. Posiblemente por ser lunes se conjuga todo: tener mucho qué decir de todo lo pensado y lo pasado en los días anteriores, llegar con la urgencia y encontrarse con que no hay ni el tiempo, ni el espacio ni la palabra. Por eso al fin escojo la ruta fácil, la salida cómoda, el gol olímpico. No me voy con la palabra, me voy con la imagen. Y hoy por ser hoy me voy con dos.



Tal vez acá Luci se hubiera salvado...

Buen lunes para todos.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Feliz noche

Luci y la vida

Pocos minutos después de muerta la tarde, cuando la noche tomó oficialmente posesión del paisaje, Luci salió de su casa con la esperanza de encontrar, esta noche si, el amor de su vida. Era delgada y pequeña, menudita, como dirían los abuelos. Ella pensaba que su vida era rara y hasta desdichada, pues tenía la firme convicción de que estaba destinada a la soledad aunque ya tenía la sensación de que los demás la miraban. Y realmente la miraban. A su paso todos la miraban y hasta más de una vez sintió que alguna mano se lanzaba a por ella. Caramba qué necios. Ella se sentía feita. ¿Qué hacía entonces que la miraran? Ni idea. ¿Por qué entonces en alguna noche de tantas tuvo la certeza que querían tocarla? Tampoco sabía. Y esto la hacía más infeliz pues se sumía en confusión e incertidumbre. Por eso simplemente en noches como esta sacaba fuerzas de donde creía no tenerlas y con un paso largo, cadencioso, ondeante y lento se alejaba. O se acercaba, tal vez.

Esa iba a ser una noche diferente. Estaba fresca, su sistema le anunciaba llovizna. Al poco de salir de su casa vió que había más movimiento que de costumbre en la calle. Si claro... la calle estaba llena! Desde muy adentro sintió que no estaba tan sola. Que muchos como ella se habían lanzado a la noche y zas! ahí los tenía, de frente, cientos por grupos, miles de grupos! Además sentía vibraciones positivas. Era como si el ambiente estuviera cargado de alegría y esperanza. Ella quería formar parte de eso. Sólo tenía que escoger, acercarse y formar parte. Eso hizo. Luci enrumbó hacia el grupo que pareció mejor, pues formaban un círculo y pensó que sería bello. A medida que se acercaba el calorcito, seguramente de la felicidad colectiva, la reconfortaba. Vió que había un lugar para ella. Se hizo entre otras dos y sonrió. ¡Qué calidez! Miró a un lado y al otro y fue cuando lo supo. Eran las vibraciones del amor. Era el parpadeo de la atracción. Era el calor de la vida. Se lanzó por lo suyo.

Epílogo
Obviamente Luci murió. El parte médico fue incineración parcial y muerte por complicacion. Es que las ciudades pueden ser el centro de desarrollo y todo eso pero no es el entorno más adecuado para una luciérnaga, y mucho menos en la noche de las velitas.
Feliz noche de las velitas a todos.

martes, 5 de diciembre de 2006

Requiem por una ciudad. Hablemos de Cali

Es triste. Tratamos de creer en Cali. Hacemos campaña para pensar positivamente. Hacemos grupos, logias, fundaciones y movimientos para resaltar lo bueno y dejar a un ladito lo malo. Nos inventamos blogs, fotoblogs y magazines para decir a garganta henchida:"en Cali si hay cosas buenas". Y las hay, pero cada vez hay que hacer mayor esfuerzo para encontrarlas, cada vez hay que esforzarse más para hallarlas, cada vez es más aburrido, porque aunque las haya, no son de buena calidad. En general.
Más allá de la obra del MIO, que ni mio ni tuyo, que tiene desbaratada la ciudad, es evidente el abandono urbano al que ha sido sometida. Las basuras ya tienen vida propia y esas montañas engullen al que se descuida. Los rotos en las calles también. Desde hace años los pintan en vez de taparlos. Las principales propiedades sobre las avenidas de la ciudad se tumban para convertir los lotes en parqueaderos, con grandes mallas y piso de grava a $2.500 la hora. Los centros comerciales se apropiaron del paisaje, aereo y terrestre. En ellos proliferan los casinos, que por doquier levantan muros de 50 metros de ancho por 20 metros de alto con luces coloridas y brillantes como en Las Vegas, hiriendo y contaminando visualmente toda la ciudad y comiéndose los andenes con los avales oficiales de las curadurías urbanas, impolutas ellas e impermeables a cualquier asomo de control y vigilancia. Así mismo pasa con las gigantes vallas publicitarias, torres gigantes de metal que rematan en una, dos y tres vallas, novedosas y rentables, contaminantes cortinas publicitarias que parecen creadas más bien para hacer olvidar desde las colinas cercanas hasta los majestuosos Farallones, que dia a dia son talados, horadados, convertidos en canteras, quemados y vendidos a los mismos gobernantes de turno para su explotación y disfrute.
Bien por la institución, bien por las dependencias. El Dagma, planeacion municipal, hacienda, educación, desarrollo. Bien por los organismos de control, bien por los de ejecución, bien por los manutención. Todos llenos de funcionarios enquistados que engordan sus panzas y sus haberes. Todos llenos de vicios burócraticos perfectos para ilustrar el más bello libro sobre los siete pecados capitales. Porque eso es lo único que le queda de capital a la ciudad: sus pecados.
Mientras de los mangones y lotes de engorde saltan tigres que devoran ciudadanos, en los cruces de las avenidas tienen más poder y autoridad un grupo de muchachos indigentes que con palos y gritos se dedican a guiar el tránsito que los mismos guardas de tránsito que se parchan de a dos y tres a tomar cocacola con pandebonos, "donacion" de la tienda de la esquina. Y ni hablar de los famosos reguladores de trásito, personajes sin voz, ni voto, ni mando, ni visión -para mantenerse a la altura del estamento- inventados para adornar los rotos y obstáculos de las obras del MIO.
Largas y anchas manchas amarillas de taxis se apropian de todos los espacios: cuando están quietos son auto-bolardos, que estorban e impiden la circulacion de los otros tantos miles de autos de colores. Pero cuando no están quietos, cuando recorren la ciudad son temibles dueños de las calles que pueden violar todas las normas y leyes de tránsito que alguna vez existieron en la ciudad. Y ni hablar de las señales, usadas hoy para anunciar los conciertos de reggaetton y rumbas electrónicas.
Si... ¿hablamos de Cali? ¿Hablamos de los altísimos decibeles con que las iglesias imploran un mundo mejor? ¿Hablamos del trato hacia las pequeñas y medianas industrias? ¿Hablamos de la cabalgata, ruin e inhumana manifestacion de pistola, droga y rancheras? ¿Hablamos de la Paz?
No es de ayer ni de hoy. Acá hace tiempo que nos quedamos sin alcaldes. Nada que no arregle un buen blog.
Las fotos se las quedo debiendo