Camino in circle
Camino. Camino mucho. Camino todo y no veo a nadie. La ciudad es toda para mí. Para mí solo. Nunca la había visto así. Tanta ciudad para mí. Tanto asfalto, tanto ladrillo, tanto andén, tanta calle. Tanto detalle. ¿Y dónde están todos? ¿Cúanto he recorrido? Ya no sé. Un metro. Inmóvil. Una estación. El silencio. Es un fantasma. Es una estación fantasma. Es una ciudad fantasma. El bullicio virtual. Eso es lo que me falta desde hace horas. Desde hace días. Esto debería tener banda sonora. ¿Qué tal? ¿Dónde es que estoy? No me acuerdo qué decía el boleto. Estoy sentado. Sentado en la ventana mirando hacia adentro. Sentado en la ventana mirando hacia abajo. Sentado en mi ventana mirando hacia el frente. Y camino. Camino más. El muelle. Ah, el barco. Los barcos. Mi barco. Mi mar. Mi estatua de mar. Mención de mar. Fantasma de mar. Nombre de mar. Mar en silencio como en foto ajena. Allá va un avión. Adiós. Se van. No va. Está. No estoy. Voy. Sigo yendo. Hasta donde mi culo me deje. Hasta que me canse. Porque sigo sentado. Solo. Como siempre. Como siempre que estoy aquí sentado. Nos vamos. Llegamos. Todos. Cada uno sentado frente a su ventana. Viajeros. En la nada. No somos nada. Vamos y venimos. Estamos más cerca. Pero no nos vemos. Mejor me voy. Mejor llego. Salgo de mi sueño. Soñaba que caminaba por una ciudad empapelada. Empapelada de planos. Forrada con otra ciudad. Tal vez es la forma de que todas las ciudades se parezcan. Tal vez es la forma de mejorar esta. Calcándola de otra. Soñaba que caminaba por planos verticales. Como muros. Como pisos. Como capas. ¿Cúal es la verdadera? Yo qué sé. Temo perder mi norte. Temo girar mi norte hasta perderlo. Temo perder mi plano. Temo inclinar mi plano hasta caer. Temo perder mi vida. Temo perder mi realidad. La virtual. Mi ciudad es la de arriba. ¿O es la de abajo? Es la vertical. ¿O es la horizontal? Ya me enredé. ¿Cómo lo digo? Es que hasta temo perder la palabra. Temo perder la palabra de nuevo. Quedarme mudo. Porque esto hay que decirlo. Hay que hablarlo. Hay que escribirlo. Y ya lo escribí.