Amarillo, Azul y Rojo

Ni modo de decir que volví a la infancia. Más bien hicimos un poquito de infancia. El fin de semana pasado, que tenía dos días festivos y un día más sin programa aparente, nos decidimos a hacer un par de cometas. Nunca en mi vida había hecho una cometa y realmente no tengo un recuerdo claro de haber volado una. Pues manos a la obra.

Viernes 20 de julio: hicimos una de las cometas después de darnos una vuelta por el Panamericano, parque caleño que en los meses de julio y agosto se llena de vendedores de cometas. Espionaje industrial, que llaman, pa'ver cómo se hace eso. Papel celofán con los colores de la bandera de mi Colombia querida, varitas de madera, hilo cáñamo y pegante para construír una cometa de 110 cm de diámetro. Esa misma noche nos fuimos para el cerro de San Antonio a intentar volar esa cosa que suponíamos funcionaría. Toda la familia pendiente del asunto pero nada, para que haya cometa se necesita viento, y esa noche no hubo viento, sólo unos pequeños amagues de ráfaga que nos hacían correr a los puestos, tomar la cometa en las manos, el hilo al otro lado y: "¡ya! ¡lánzala! ...¡plaf!". Y de remate, después de varios intentos, llovió. Pa'l carro y pa'la casa con la cara larga.

Sábado 21 de julio: La fe viene en montañas de a dos. En la mañana nos fuimos a casa de mis suegros y allí hicimos la segunda cometa, sin ni siquiera saber si la primera volaba. A eso de las 2 o 3 de la tarde salimos de casa. De nuevo toda la familia en torno a esas dos dudas. Mi suegro alcanzó a proponer que de todos modos compráramos una en el Panamericano, de esas de $6.000 pesos, como para no perder la salida. Hombre de poca fe.. jejej. Así pues, salió toda la tropa en pos de un buen viento para elevar esas dos cosas que parecían cometas.

Al fin decidimos ir a Dapa, región montañosa cercana a Cali y que se caracteriza por los fuertes vientos. En el camino empezó a llover duro. Mi frustración alcanzaba un tope insoportable... el niño que hay en mí y que ese día llevaba dos cometas a elevar casi llora. Al fin allá arriba en Dapa estaba haciendo buena tarde. Llegamos, armamos la primera cometa y se elevó!!!! con unos seis o siete metros de cola, esa cosa de papel celofán, hilo de cáñamo, madera y pegante se elevó con el fuerte viento. A los diez minutos y cuando ya empezábamos a coger confianza se reventó el hilo. La vimos caer entre dos montañas. Fuimos a ver si se podía rescatar, más o menos un kilómetro carretera y río abajo, pero quedó en un punto de difícil acceso. Irrecuperable. Pero bueno, eso es parte del rollo y había otra cometa.

Entre los que estábamos y otros primos de Patricia que llegaron con su propia cometa en forma de ala delta (comprada, eso si) y que volaba elegantemente pidiendo y pidiendo hilo, alistamos la segunda. Estuvo algunos minutos en el aire, pero por falta de cola (asuntos de la física) cabeceó, giró, hizo tirabuzones, espirales, piruetas, doble vuelta mortal, triple vuelta mortal hasta que se envolvió en el hilo de la cometa comprada que volaba elegantemente y por el roce, el calentamiento y la fricción entre los materiales (asuntos de la física) se cortaron los dos hilos. Gritos generales, incredulidad, y decepción. La fabricada cayó al piso, más o menos por el mismo sector de la primera y la comprada, oh sorpresa, ¡se mantenía en el cielo!. Por el peso de la otra cometa que llevaba enredada, la velocidad del viento y todo eso (asuntos de la física) la comprada arrastró el hilo sin elevarse más de lo que estaba y enredó el cabo en la montaña del frente, en una zarza no ardiente pero si seca que nos hizo el milagrito. Asombro total. Comisión de rescate y salimos montaña abajo por un camino como tropa de bomberos. Al fin recuperamos la comprada mientras unos chicos de la región recuperaban la segunda, la fabricada. O lo que quedaba de ella.

Al final... una tarde llena de alegría y metáforas, porque a lo que se vive a diario hay que exprimirlo para sacarle alguna lección. En esencia aprendí que entre más grande sea lo que se haga, más resistencia encontrará, pero no se trata entonces de hacerlo más pequeño, sino de que oponga la menor resistencia posible (asuntos de la física). Sean de lo que sean, todas las empresas deben ser aerodinámicas.

Fue un buen Día de la Patria.

Calimágenes

Algunas de mis fotos de Cali.

Invasores "Persas"

A propósito de los Invasores del espacio, llega directamente desde Persia, volando en tapete mágico, esta "Perla".


Lo más atractivo es que Janek Simon, artista polaco, mezcló geometría y arte antiguo con tecnología de avanzada para crear este espectacular juego tapete. Si, juego tapete!

Marcianités

Se acuerdan de los "Marcianitos"? Bueno, acá mi amigo Gus nos manda esta versión francesa... Qué buen trabajo!


El papá de mis mejores amigos de infancia tenía una pizzería en la avenida sexta, en Cali: Áxteris y Óvelix. Allá conocí las primeras mesas de juego, mientras comíamos pizza jugábamos marcianitos. El que mataban en el juego perdía una porción de pizza. Era divertido.

Magdalena Carmen F. K. y Calderón

El mundo del arte celebra los 100 años del nacimiento de esta pintora que luchó contra sus enfermedades y contra la desigualdad social de su méxico querido. Después de una polio y un accidente que pulverizó sus huesos, entre ellos piernas y columna vertebral, su fuerza de voluntad le dió para volver a caminar y llenar las salas de exposiciones de varias ciudades del mundo, volviéndose un icono representativo de la fuerza, el carácter, la lucha y la pasión por la vida.

Muestra de ello fue cuando estando muy delicada el médico le prohibió ir a la inauguración de su propia exposicion en plena primavera de 1953. Al poco tiempo de iniciado el evento ella llegó en una ambulancia, que la transportaba en su propia cama de hospital y con escolta de motocicleta. Frida Kahlo contó chistes, cantó y bebió la tarde entera.

Murió a los 54 años. Con Diego Rivera mantuvo uno de los amores más extravagantes y controvertidos de la historia. Dolor emocional y físico, alegría, amor, creatividad y pasión son los elementos principales de su historia.

Hoy día es una marca registrada. Frida Kahlo Corporation es la dueña de su imagen y de su firma y ya la puso en botellas de tequila y zapatos Converse. Esta mujer que que luchó por un comunismo-socialismo hoy es fuente de dinero para sus ambiciosos herederos y descendientes. Seguro pagaremos por sus micos, loros y mariposas.

En fin, si esto ha de servir para que su imagen y su obra salga de los museos y se propague, pues bien sea... al fin y al cabo los derechos registrados son la madre de la piratería y la rápida propagación. Así y sólo así, seguro Frida sonreirá.

P.D. (Julio 10/07)
Recuerdo a Frida porque viajaba en la maleta de una compañera de la Escuela de Bellas Artes. Ya la conocía, claro, pero ella me la presentó un poco más de cerca, me contó de sus gustos, de sus peleas, de sus caprichos. Fue cuando relamente la admiré.


foto pirateada -digo, tomada de- www.fashionblog.it

"Mucho gusto en conocerlo, soy su sociedad"

MI grito de saltar a la plaza fue un hecho. Y no fue idea mia, fue una idea general nacida de la necesidad del grito pacífico. No sólo se llenaron las plazas, también las calles, los puentes, los andenes y los balcones. Es un buen comienzo para una sociedad tan desmembrada e insolidaria como históricamente ha sido la colombiana. Aunque se crea que es inútil hacerlo, es un buen comienzo, pues a los colombianos nos hace falta sabernos juntos y apoyados. Estamos acostumbrados a asomarnos por las ventanas con la luz apagada y a pelearnos con los vecinos a través del balcón, pero no estamos acostumbrados a brindar nuestro apoyo incondicional, nuestra solidaridad incondicional y sobretodo, no estamos a costumbrados a sentirnos acompañados por los extraños. Somos extraños=somos enemigos. No te conozco=me vas a robar. Tenemos que asumir que es al contrario. Que aunque no nos conozcamos nos podemos ayudar, que aunque no nos hayamos presentado mi mano te puede servir o viceversa. Salir a la plaza y caminar como rios de protesta contra la violencia es un buen comienzo. Seguro que sí. Ahora que ya sabemos que somos muchos, podemos aprender a escucharnos. Ayer se dió el primer paso, cuando en la marcha había pancartas apoyando la negociación y el despeje unas y rechazando despeje y pidiendo mucha firmeza al gobierno otras. ES un gran adelanto que ambas marchen juntas sin acabarse a palos entre ellas. Por eso insisto: aunque se crea que el ejercicio es inútil, es un buen comienzo. Y Cali tenía que dar ejemplo.

Fotografía publicada en el diario El Tiempo. Julio 6 del 2007